miércoles, 16 de julio de 2014

Quién Como Ella

Quién como tú, que puedes sentir su cabello rosandote el pecho, tú que puedes tomar su mano y caminar frente a cualquier humano presumiendo a tan bella musa, quién como tú, que puedes sentir su piel desnuda.

Tú, que corriste con la suerte de embarcarte en el viaje de sus besos, tú que puedes compartir su alegría y hacerla sonreír todos días, quién como tú, que conoces sus manías.

Eres tú, aquel suertudo que sin merecerlo forma parte de sus sueños, tú que sin quererlo te robaste un par de ojos bellos, quién como tú, que ahora te reflejas en ellos.

Qué envidia, tú que gozas de sus besos y de sus alocados pensamientos, tú no tienes la culpa de nada, quién como tú, que tienes lo que no esperabas.

Ya no importan mis esfuerzos, mis motivos ni mis versos, ya no importan mis palabras, mis caricias ni mis ganas, porque quién como yo, que ahora sufro por amor.

Quién como tú, que la amas cada mañana sin temor a nada; quién como yo, que la amo en silencio, en sigilo, sin hacer ruido; quién como ella, que sin saberlo tiene quien la ame en todo momento.